Un desayuno rico en proteínas es mejor que uno alto en carbohidratos, debido a que disminuye la sensación de hambre y contribuye a que consumas menos calorías durante el día.
Es preferible desayunar 3 claras de huevo revueltas con jamón de pavo y una rebanada de pan integral que un bisquet con mantequilla acompañado de un yogurth. Los dos desayunos contienen las mismas calorías pero el primero contiene el doble de proteínas.
Un desayuno bajo en azucares y rico en proteínas te ayudará a que ingieras entre 100 y 200 calorías menos al día, lo cual te ayudará en gran manera a bajar de peso.